Días de ocio y diversión con verbenas, procesiones, danzas y bailes en honor a los patrones y en los que todavía siguen conservándose los encierros y las tardes de toros, sin necesidad de tener que pedirlos al grito de "¡que los aiga!' (antigua tradición, de la que no contamos con ningún documento gráfico ni sonoro, tan sólo perdura en el recuerdo de los que la vivieron).